Un viaje especial


Hay viajes que transforman nuestra mente y corazón. Con este precepto en el año 2015 mi vida cambio porque yo así lo decidí. En un principio sentía que había pasado por tantos asuntos personales que me tenían devastada y sumida en la depresión, a la vez, no podía renunciar e irme lejos a tener otra vida porque estaba estudiando y era lo único que realmente me ilusionaba. Entonces, cuando llegaron las vacaciones de diciembre tome mis maletas y me fui a la montaña. Lo que yo deseaba era caminar y caminar y en cada paso ir olvidando todo lo que me hacia mal, lo que me daba sufrimientos, y fue de esta manera, en el andar y andar hasta la cima de la montaña que algo en mi se transformo. Al mismo tiempo, en lo más alto deposite todas mis dolencias para que se transformaran en nuevas vidas, en nuevas alegrías y formas de estar plena conmigo misma. Enterré todos mis pesares para que floreciera una nueva yo. Aquel bello viaje cambio mis formas de conservar los buenos recuerdos y olvidar lo que en definitiva no aporta nada a mi ser. Un regalo inesperado fue que desde entonces cada año me dirijo a diferentes montañas para agradecer la hermosa vida.







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